En el mundo del comercio floral, las flores secas representan una oportunidad única para las floristerías que buscan ofrecer opciones duraderas y versátiles a sus clientes. Pero, ¿Qué son exactamente las flores secas y cómo se transforman de ser frescas y vibrantes a piezas decorativas duraderas?
Hortensia preservada
Paniculata preservada
Eucalyptus preservado
Las flores preservadas también son flores naturales, en este caso sometidas a un proceso de preservación que reemplaza su contenido de agua con una solución a base de glicerina y otros preservantes. Este proceso no solo mantiene su apariencia viva y colorida, sino que también les otorga una flexibilidad similar a la de las flores frescas, lo que las diferencia significativamente de las flores secas.
Métodos de preservación:
- Inmersión en glicerina: El método más común implica sumergir las flores frescas en una mezcla de glicerina y otros agentes preservativos. La glicerina reemplaza el agua en los tejidos de la planta, lo que resulta en una flor que mantiene su textura y color por años. Mantienen una apariencia fresca y son casi indistinguibles de las flores frescas, lo que las hace ideales para todo tipo de decoraciones y arreglos florales donde se busca belleza duradera sin mantenimiento. Son la alternativas más sostenible a las flores frescas, especialmente para aquellos que tenían pensado comprar flores plásticas.
- Otras técnicas más avanzadas: Algunos procesos más avanzados pueden incluir la coloración durante la preservación, permitiendo no solo preservar la flor sino también potenciar o cambiar su color original para adaptarse a necesidades específicas de diseño.
3. Diferencias clave entre flores secas y preservadas
Al elegir entre flores secas y preservadas, es fundamental comprender tanto sus diferencias como sus similitudes para determinar cuál es la mejor opción para cada necesidad específica. Profundizaremos en aspectos clave como apariencia, textura, durabilidad, mantenimiento, olor, y usos, para que como floristerías, puedas ofrecer la mejor opción a cada cliente.
Diferencias y similitudes:
- Aspecto y textura: las flores secas tienen un aspecto más rústico y una textura más frágil. Su proceso de secado les da un encanto vintage algo “rústico” que denota cierta nostalgia, pero los colores pueden tornarse más pálidos o terrosos con el tiempo. Por su parte las flores preservadas conservan la apariencia vibrante y la textura suave de una flor fresca, incluso puede ser difícil distinguirlas a simple vista.
- Durabilidad: Las secas aunque son bastante duraderas, pueden ser más susceptibles a daños físicos debido a su fragilidad. Por otro lado, las preservadas tienen una longevidad comparable, sino superior, pero mantienen mejor su forma y color a lo largo del tiempo.
- Mantenimiento: Ambas tienen un mantenimiento mínimo, solo necesitan estar libres de humedad y luz directa del sol para evitar la decoloración. Es cierto que a la hora de manejarla, es más sencillo trabajar con flores preservadas ya que las secas pueden quitarse fácilmente.
- Olor: Las flores secas pueden conservar un ligero aroma natural, aunque este tiende a desvanecerse con el tiempo. A las preservadas a menudo se les trata con fragancias durante el proceso de preservación, lo que puede permitirles retener o incluso mejorar su aroma original.
Usos y Aplicaciones Preferentes:
Tanto las flores secas como las preservadas ofrecen una versatilidad extraordinaria, siendo ideales para una amplia gama de aplicaciones que incluyen decoraciones interiores, ramos de novia, adornos de eventos, y mucho más. Ambas son excelentes opciones para quienes buscan belleza duradera.
Sin embargo, la paleta de tonos terrosos que nos ofrecen las flores secas, tratar con flores preservadas es más fácil y conveniente que con las secas, que tienden a ser frágiles y delicadas lo que puede ocasionar que se dañen. Esto hay que tenerlo en cuenta si piensas usarlas en determinados eventos.
La elección entre flores secas y preservadas es más que una decisión estética; es una reflexión sobre la durabilidad, el mantenimiento y el efecto que queremos lograr en nuestros adornos florales. Mientras que las flores secas ofrecen una nostalgia rústica y una paleta de colores terrosos que pueden evocar una sensación de calma y naturalidad, las flores preservadas se destacan por su vibrante apariencia y flexibilidad, casi indistinguibles de las frescas. Ya sea que prefieras la delicadeza rústica de las flores secas o la durabilidad y frescura de las preservadas, ambas opciones ofrecen una forma sostenible y hermosa de traer un toque de naturaleza a cualquier espacio. La decisión final dependerá de la visión personal, el proyecto en cuestión y el ambiente que se desee crear.
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